Con "La forja de un ladrón", ganadora del premio de novela Fernando Lara 1997, Francisco Umbral vuelve de nuevo la mirada sobre la adolescencia en una ciudad castellana en los años de la posguerra española. El protagonista, trasunto narrativo del propio Umbral, vive una doble realidad: por un lado la sordidez provinciana de la sociedad en que vive; por el otro, las películas -Casablanca, Gilda, Capitanes intrépidos- a las que acude con su madre enferma, que le enseñan que hay otras maneras de vivir y alimentan su imaginación. Así se forja su vocación de convertirse en ladrón como medio liberador de la tristeza ambiental. Con esta sustancia narrativa, Umbral escribe una novela de aprendizaje que mezcla la memoria colectiva de la época con su memoria personal y que, como en todos sus escritos, rezuma lirismo y maestría estilística.

Francisco Umbral ha dedicado una parte importante de su obra a construir una especia de episodios nacionales de la España de los últimos cincuenta años. "El socialista sentimental", que lleva por subtítulo "Una novela sobre el desencanto político", puede considerarse un nuevo episodio nacional dedicado a los años 80 y 90, cuando la corrupción de los gobiernos del PSOE y sus afanes europeístas llevaron al desencanto a muchos izquierdistas españoles. Los protagonistas de la novela son dos militantes socialistas que viven en un pueblo de la sierra de Madrid. Pertenecientes a distintas generaciones, y con un concepto muy distinto de la ética y los ideales, ambos asisten al deterioro inconcebible de la política socialista mientras viven sus respectivos "desencantos", uno en el aislamiento; el otro, en el divorcio y el amor de una joven ecologista. Todo ello, contado con el estilo fluido, periodístico y a apegado a la diaria realidad de Umbral.

Madrid. Detrás del cementerio de La Almudena se encuentra la colonia de chabolas La Hueva. Allí, desde un extraño palacio establecido en un vagón de ferrocarril, el "príncipe rockero, dulce y sanguinario" Jerónimo -un dandi que gusta de fumar cohibas sentado en el techo en la postura del loto- reina sobre los destinos de los habitantes del poblado a punta de navaja, sangre y cal viva. Su cohorte la forman dos mendigos, un pirómano latinoché, María ("la puta de la Hueva") y una docena más de personajes absurdos, brillantes y hambrientos de la marginalidad madrileña contemporánea. Alta tensión y calidad literaria en la última novela de cada vez más valleinclanesco("Madrid más que una ciudad es una disculpa para escribir") Francisco Umbral.

Autores Españoles e Iberoamericanos

Ed. Miguel García-Posada, 6ª ed.

Francisco Umbral se entrega gozosamente a la recreación humana e intelectual de una amplia gama de literatos y artistas, hombres perennes de la cultura europea, en una serie de retratos ajenos a todo dogmatismo. Retratos irónicos, líricos y deliciosamente anecdóticos que nos hablan del pelo verde de Baudelaire, el gatillazo de Stendhal, los pecados de Clarín, la cocinera de Proust, la oreja de Van Gogh, el novio de Oscar Wilde, el surrealismo burgués de Magritte o las ligas de Madame Bovary.

Un recorrido repleto de grandes figuras, figurones y fetiches literarios del autor, en el que no faltan Kafka, Cocteau, Dalí, Dora Maar, Kipling, Joyce, Virginia Woolf, Simenon, Sartre, Juan Ramón Jiménez, Graham Greene, Eugenio D'Ors, Pla, Cela o Saramago. Con estos perfiles el autor no pretende sentar cátedra ni convertir la literatura en un campeonato, sino que opta por convivir irónica y educadamente con los monstruos que tanto amamos y con las "monstruas" que habitualmente les dieran sol y les hicieran sombra. Un libro delicioso en el que Umbral muestra sus secretas pasiones literarias y traza un heterodoxo mapa cultural de Europa.

Francisco Umbral
(Madrid, 1935) Escritor y periodista. Su novela Mortal y rosa (1975), está considerada como una de las obras maestras de la segunda mitad del siglo xx. Con Las Ninfas ganó el premio Nadal en 1975. Entre sus obras destacan El carnívoro cuchillo, Diario político y sentimental, El hijo de Greta Garbo, y ensayos como, Valle-Inclán, Los botines blancos de piqué, Céla, Un cadáver exquisito. Su producción literaria y periodista ha sido galardonada, entre otros, con el Premio Mariano Cavia de Periodismo, el Premio González Ruano de Periodismo, el Premio de la Crítica, el Premio Príncipe de Asturias en 1996, el Premio de Novela Fernando Lara de 1997 por La forja de un ladrón, el Premio Nacional de las Letras ese mismo año, el Premio Víctor de la Serna en 1998 y el Premio Cervantes en el 2000

ANCORA & DELFIN